Querido Fito,
Estos meses de conocerte han sido
increíbles. Quizá tú no lo sepas, pero me has enseñado más que nadie sobre
quien soy ahorita. Contigo aprendí que la vida no tiene que ser un manojo de
preocupaciones y que cada quien se la hace tan complicada como quiere. Bastante
difícil es el trato entre las personas como para asumir que los demás entienden
lo que no se dice. Un "te quiero" atorado en la garganta vale lo
mismo que nada y una pregunta valiente a tiempo puede evitar meses de fingir
ser valiente y sufrir en silencio. En parte por eso te escribo, para decirte lo
que es importante para mí y para darte las gracias por haberme ayudado a
definirlo.
[...]
Nos queremos como amigos, pero no
queremos estar juntos. Es así de simple. Debe sonarte raro que de pronto me
interese decirlo tan abiertamente, y es porque las circunstancias han cambiado:
me estoy enamorando de alguien.
Él se hizo presente poco antes del
último viaje a Acapulco y de aquella plática nocturna que te agradezco más que
todo. No voy a aburrirte con la historia de él y yo ni con la lista
interminable de intereses comunes e ideologías afines. Lo relevante es que no
quiero dejarlo ir ni poner lo nuestro en riesgo. Es poco común encontrar una persona así que además
sienta lo mismo y que esté dispuesta a entregarse completamente.
Ahora entiendo aquello que me dijiste
la última vez que hablamos del tema. Dijiste que somos amigos y que deberíamos
alegrarnos cuando el otro encontrara a la persona indicada. Por ahora no puedo
afirmar que este tipo sea el hombre de mi vida ni mucho menos, pero muero por
ver hacia dónde lleva esto. Quiero vivirlo y que la gente importante, como tú,
lo viva conmigo.
Eres increíble y me encantaría seguir
descubriéndote y aprendiendo.
Te
quiero,
Xime-chan
P.D.:
Espero de corazón que muy pronto me cuentes una historia similar y verte más
feliz que nunca.