domingo, abril 23, 2006

Dir. Takashi Shimizu

Obviamente cuando en el cine salió una película llamada La Maldición y protagonizada por Sarah Michelle Gellar, nunca fue opción pagar los 45 pesos de la entrada. Ahora, meses después, tuve una de esas largas pláticas con Reizak y me contó de su nueva colección de películas asiáticas de terror. Resulta que La Maldición es una de las tantas adaptaciones recientes que han hecho los gringos de películas japonesas. Con el antecedente de las películas de Ringu y Agua Turbia, sabía que las originales son por ley más tétricas. Al día siguiente, Reizak me entregaba las dos versiones: Ju-On y The Grudge. Pero no iba a sufrir sola. ¡Mwahahaha!

Hacía un par de meses que había visto en el cine The Tale of Two Sisters. Wong, Hermanito y yo entramos porque estaba en el horario y su título de "alternativo" sonaba prometedor. Pareció un drama familiar hasta que la naturaleza terrorífica coreana se manifestó. Y no eran las simples apariciones súbitas que te hacen brincar del asiento, NO, eran escenas perturbadoras completas que hacían reconsiderar paradigmas sexuales, psicoanalíticos, familiares, cinematográficos, etc. A primera vista, es predecible pero definitivamente sobrepasa las expectativas. El final es una vuelta de tuerca sin fallas que necesitaría Spoilers para explicarse; para ahorrarme los abucheos tendrán que rentarla. En fin, el punto es que tenía que arrastrar a Wong a ver la película conmigo.

Primero, Ju-On. La historia es un poco difícil de entender porque en su estructura se mezclan los espacios temporales y a veces hasta conviven. Además, utiliza el últimamente popular recurso de dividir la película en episodios enfocados en personajes distintos. Mi barrera fue el idioma, pues los nombres (japoneses) de los personajes se me olvidaban y era difícil mantenerse al corriente. La historia es muy usada, parece tomada de una leyenda urbana sobre hauntings. Fuera de algunas frases introductorias, el guión es simple y no contribuye al suspenso. Falta desarrollo de algunos personajes y, si no ves la versión gringa, no están algunos detalles fundamentales para entender el final. Sin embargo, me hizo lo que ninguna otra película hasta ahora: dormir con la televisión encendida. El suspenso está muy bien construido y tiene las dosis exactas de jumpy- scenes. Al igual que The Tale of Two Sisters, tiene escenas de terror largas pero ahora impredecibles. La trama está casi completa en la hora y media que dura la película. El maquillaje, los efectos y el sonido funcionan de maravilla. Tiene escenas de mucha intensidad que, a mi pesar y quizá por coincidencia, tienen lugar cuando los protagonistas están acostados en sus camas. De ahí que me haya quedado la nueva manía de revisar bien mi recámara antes de dormir. Sí, ya sé, Wong: "El fantasma no va a decir: 'Chin, como Hime ya revisó debajo de su cama/se escondió entre de las cobijas ya no me le puedo aparecer'". Digas lo que digas, sigo con esa esperanza.

The Grudge no le llega a los talones a pesar de ser del mismo director. Sirve para aclarar algunos detalles inconclusos de la historia. Está mal estructurada, el conflicto llega muy tarde y Buffy la Cazavampiros no trasciende. Para concluir, hasta donde conozco, el cine asiático es de los más cínicos en cuanto a terror se refiere y utiliza mucho a los niños para consolidarlo. Recomendable.

Un gran cambio de tema:

¿Cómo es posible que la palabra más bella del español sea: Amor?. Sí, resulta que chorrocientas personas votaron por ella en el certamen que mencioné en este post. Conceptualmente es una gran palabra, pero semántica y fonéticamente hay miles mucho más complejas o hermosas. Por algunos días me perseguirá el pensamiento de que alguien que votó viceralmente por "Amor" haya ganado la beca que se ofrecía en el sorteo. En fin, ya ni llorar es bueno.

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