jueves, febrero 22, 2007

Internet Stalker

Como he establecido anteriormente, ninguna mujer se salva de las miradas furtivas y piropos indeseables que se le administran mientras camina tranquilamente por la ciudad. Sin embargo, esta forma de acecho se ha vuelto parte de la vida diaria hasta en el Internet.

Hay una página llamada Hi5 donde millones de usuarios se reúnen para crear redes de amigos que les permitan mantenerse en contacto con personas de su vida presente y pasada, y hasta conocer amigos de amigos y demás entes extraños. Ahí personalizas tu perfil público (con colores, fuentes, videos, música e imágenes) y puedes enviar y recibir mensajes, comentarios de fotografías y "fives" (íconos que terceros agregan al perfil de la persona sobre la forma en que la perciben). En fin, me entró la locura por esta página hace un par de años y a la fecha la actualizo con cierta regularidad. Ahora que no todo es miel sobre hojuelas, especialmente desde que los casanovas frustrados intentan contrarrestar su ansiedad de castración haciéndose de selectas, yet multitudinarias, redes de mujeres atractivas y no tan atractivas.

Las niñas ingenuas y las apáticas no revisan qué tipo de engendros las invitan a su red de amigos, aceptan de inmediato y se convierten en trofeos que estos subnormales presumirán en su círculo cercano de orates. He recibido decenas de invitaciones de treintañeros, cuarentones y uno que otro rechazado en sus veintes que ostentan listas exclusivamente de mujeres, generalmente menores de edad, que superan las 500.

No puedo ocultar mi indignación ante la ignorancia o descuido de las mujeres involucradas; pero sobre todo siento lástima por estos hombres. Se me ocurre que son de esos que se reúnen para tomar cerveza mientras ven el fútbol y se dan nalgadas unos a otros para demostrar Dios-sabrá-qué; de esos que en la adolescencia se medían el pene todos los días y presumían los pocos milímetros que alimentaban su orgullo. Deben ser esos tipos que en los bares emborrachan señoritas porque es la única manera en que pueden conseguir un acercamiento; y que, una vez que consiguen sacarlas de sí, no tienen pudor en satisfacerse con ellas. Me embarga la vergüenza ajena. Pero así es esto del libre albedrío... yo no como de ese árbol.

2 comentarios:

Lady Stardust dijo...

Por eso ya me dio x no admitir a cualquier tipo q me quiera añadir a su círculo d amigos y q yo d plano vea muy pervertido... aunq bueno, he d admitir q la razón x la q empecé a bloquear usuarios fue x q una vez vi q me quería añadir un cuate cuyas quotes se relacionaban todas con el sexo. Run away!

Anónimo dijo...

buen blog, volveré...