sábado, marzo 18, 2006

Caer

¿Por qué la fijación por andar cayendo en madrigueras de conejo, por agujeros en las islas, por puentes entre ventanas? La fuente del ridículo: la caída. La fuente de inspiración: la caída. La metáfora perfecta.

Estamos destinados, tal vez, a lo terrenal. La gravedad, ¿será acaso una herramienta del Cielo para repelernos? Porque si hay algo seguro es que caemos. Ante eso no podemos hacer nada, incluso el ir en la dirección contraria a la caída, el elevarnos, tiene un límite desde el que sólo podemos ir hacia los lados, con suerte hacia delante. Entonces nos queda resignarnos. Tenemos vehículos para satisfacer esa necesidad. Tenemos aviones y naves espaciales para rehuir la verdad sobre la caída. Y cuando no tenemos nada de eso, en el estancamiento absoluto, varados en el paraíso insoportable, sólo damos la espalda como personajes de Golding y decimos:

Got a ship in your pocket?


Ahora que dejando la filosofía de lado, en realidad este blog fue bautizado después de que la availability de nombres y mis voces interiores me impidieran nombrarlo de otro modo. Además, no me gustaría definir este blog como pseudo-intelectual, banal, new-age, etc. Esperemos a que empiecen a llegar comments de ultraconservadores con amenazas de muerte para dar una conclusión satisfactoria. Por ahora me retiro, esperando que en algún lugar del ciberespacio existan almas dispuestas a dejarse caer en este blog.

1 comentario:

Gilmar Ayala Meneses dijo...

Bienvenida al mundo bloguero. Estaré frecuentemente visitando tu blog. Me ha gustado mucho. Ha sido un placer estar entre tus palabras.